Dolor de cabeza por hambre, ¿es posible?

Cuando no comer te provoca una fuerte migraña

Tamara Sánchez, Periodista
En este artículo
  1. Por qué me duele la cabeza cuando tengo hambre
  2. Cómo identificar y prevenir la cefalea por hambre

Dolor de cabeza por hambre, ¿es posible?

Te levantas por la mañana, preparas el desayuno, haces las camas, llevas a tus hijos al colegio, vas corriendo al trabajo y cuando llegas tu jefe te encarga una importantísima tarea que tienes que entregar ese mismo día con urgencia… Con tanto ajetreo, se acerca la hora de comer y tú te olvidas completamente de que tienes que ingerir algún alimento para poder seguir rindiendo y cumpliendo con tus obligaciones.

Pasan las horas y tu estómago sigue completamente vacío. Al cabo del tiempo te empieza a rugir la tripa y un fuerte dolor de cabeza te inunda por completo. “¿Cefalea por hambre? ¿Es posible?”, te preguntas. En Diario Femenino resolvemos tu pregunta. ¡Permanece muy atenta!

Por qué me duele la cabeza cuando tengo hambre

Sí, sí es posible. Aunque te parezca mentira, a veces puede ser tu cabeza y no tu estómago el que te advierta de que ha llegado la hora de comer algo. Saltarse o retrasar las comidas, seguir patrones de alimentación poco saludables o irse a dormir más tarde de lo habitual puede hacer que se produzca una bajada de azúcar en la sangre y que los músculos se contraigan provocando un dolor de cabeza tensional.

Cuando se reduce el nivel de azúcar en la sangre, el cuerpo se encarga de liberar unas hormonas para contrarrestar esos niveles de glucosa bajos lo cual puede terminar desembocando en un fuerte dolor de cabeza. Este tipo de migraña no desaparece tomando medicamentos, sino proporcionándole a tu cuerpo lo que pide: comida. Las medicinas para la cefalea por hambre te proporcionarán un alivio pasajero, pero a largo plazo conducirán a dolores de rebote o recurrentes.

Cómo identificar y prevenir la cefalea por hambre

Los síntomas de una cefalea tensional inducida por el hambre incluyen el dolor en ambos lados de la cabeza, presión en la frente, una molestia que se origina en las sienes y en el cuello y tensión en los hombros y en la cara. Además, los dolores de cabeza provocados por el bajo nivel de azúcar en sangre suelen ir acompañados de otros síntomas asociados como pueden ser la sudoración, la debilidad, la fatiga, la confusión, los mareos y/o los temblores.

Para prevenir y disminuir el riesgo de padecer dolores de cabeza vinculados con el hambre debes establecer un horario regular de comidas. Evita saltarte ese horario y planifica una dieta sana y balanceada que esté formada principalmente por frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros.

Además, debes procurar mantenerte hidratado y limitar el consumo de azúcar tanto en las bebidas como en los alimentos. Si tus dolores de cabeza asociados con el hambre son muy frecuentes, toma en consideración la posibilidad de comer varias pequeñas porciones al día en vez de tres comidas grandes. Otra opción es prepararte un pequeño bocadillo saludable (que no sobrepase las 100 o 200 calorías) y tomártelo entre comidas.

Los dolores de cabeza muy frecuentes pueden ser una señal de que tu cuerpo sufre un problema de salud más grave. No dudes en consultar a un médico si tu molestia empeora y, principalmente, si se acompaña de una erupción, fiebre, adormecimiento, visión borrosa o doble, rigidez en el cuello o alteración del habla. También debes pedir una cita para ir al médico si los dolores de cabeza se producen dos o más veces a la semana.

¿Alguna vez te ha dolido la cabeza por culpa del hambre? 

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