Bruxismo: cómo detectarlo y tratarlo

Ejercicios para tratar el bruxismo

Lidia Nieto
En este artículo
  1. El bruxismo y sus consecuencias
  2. Cómo se diagnostica el bruxismo
  3. Tengo bruxismo, ¿qué puedo hacer?

Últimamente parece que duermes mal. Te levantas con dolor de cabeza, con el cuello muy cargado y esto hace que empieces ya el día con bastante tensión y ansiedad. Te tomas paracetamol para reducir la sensación de malestar, pero no funciona. En apariencia no tienes nada, pero tú estás preocupada. Una noche tu pareja se despierta sobresalta por un ruido que escucha, como si fuera una puerta que cierra mal, pero no es eso. El sonido proviene del otro lado de la cama, concretamente sale de tu boca. ¿Sabías que entre un 5% y un 20% de la población padece bruxismo

El bruxismo, según nos cuenta la doctora Esther Gil Guerra, se define como una actividad anormal y parafuncional (sin una finalidad concreta) de los músculos de la masticación que se realiza de forma inconsciente. Las personas con bruxismo (que pueden ser tanto niños como adultos) mantienen los dientes en contacto durante un periodo largo de tiempo y con una fuerza que, en ocasiones, llega a alcanzar el 60% de la máxima que se puede ejercer en la masticación normal, provocando problemas en los dientes, articulaciones y músculos de la boca.

El bruxismo se manifesta de dos formas o puede, incluso, aparecer ambas conjuntamente:

+ Bruxismo céntrico: Es cuando se aprietan los dientes.

+ Bruxismo excéntrico: La dentadura superior e inferior se frotan y producen el rechinamiento (usualmente ocurre durante el sueño)

Son diversos los factores asociados con la aparición del bruxismo, siendo los más importantes el estrés, la ansiedad y la posición mientras dormimos. Los desórdenes del sueño, una mala forma de morder o la presencia de dientes mal posicionados también pueden contribuir a la aparición de este problema. Debido a que el bruxismo, muchas veces, ocurre cuando se está dormido, un gran número de pacientes no se da cuenta que lo padecen hasta que observan dolores musculares o incluso dientes rotos

El bruxismo y sus consecuencias

El bruxismo puede tener consecuencias graves para nuestra salud buco-dental y, en general, para el desarrollo de nuestro día a día. Entre los posibles trastornos que pueden derivar destacamos:

+ Dolor mandibular y de oído.
+ Problemas en la Articulación Témporo-Mandibular (ATM).
+ Dolores de cabeza
+ Desgaste dental y mayor sensibilidad dental al frío, calor y alimentos dulces. Pueden aparecer fracturas dentales que conlleven la pérdida del diente o muela.
+ Insomnio
+ Disfunciones en musculatura y articulaciones de cuello, hombro y espalda

Cómo se diagnostica el bruxismo

El bruxismo no entiende de edades, algunas veces aparece a edades tempranas (2-4años) y los padres consultan asustados porque el rechinar de dientes es perfectamente audible y parece que se van a llegar a romper los dientes. Lamentablemente, en la infancia no se pueden aplicar férulas para paliar sus efectos, ya que son rígidas y restringirían el crecimiento facial del niño. En estos casos, y hasta la época en la que se finaliza el crecimiento, lo que se recomienda es intentar reducir la ansiedad del chaval y vigilar que el desgaste dentario no sea excesivo.  

En el caso de los adultos, se realizará una meticulosa historia clínica para ver qué tipo de bruxismo padece. Esta revisión debe acompañarse de una exploración de las articulaciones, los músculos de la cara y cuello, así como el interior de la boca. Todo ello, previo a la realización de las pruebas complementarias como análisis de la oclusión con modelos de escayola montados en articulador, radiografías y resonancia magnética, que nos guiarán hacia el diagnóstico correcto.

En algunos pacientes que han sido bruxistas toda la vida sin tratamiento se llega a observar en la década de los 50-60 años de edad dientes completamente desgastados.

Tengo bruxismo, ¿qué puedo hacer?

Para paliarlos, a corto plazo recomendamos usar la férula de descarga Michigan. Es una pieza de plástico fabricada con resina acrílica y reconocida como el mejor instrumento para modificar la oclusión del paciente y solucionar las consecuencias negativas del bruxismo.

Este protector se coloca en una de las arcadas de la boca, generalmente en la superior, cubriendo cómoda y parcialmente los dientes. Una vez adaptada, se sujeta por fricción y al cerrar la boca logra la función de separación mecánica de los dientes de ambas arcadas, repartiendo,  uniformemente entre todos los dientes, la energía  generada por la contracción muscular y los movimientos de tensión propios del bruxismo.

De este modo, al evitar la sobrecarga sobre algún diente en concreto y la fatiga muscular por sobretensión mío-facial, evitaremos también los dolores, no solo de la mandíbula sino también de cabeza, cuello (cervicales), espalda, hombro, e incluso de zonas mas alejadas de la boca.

Este tratamiento debería ir acompañado de cierta relajación del paciente en su vida diaria, para intentar evitar la tensión y el estrés, así como de fisioterapia por parte de especialistas osteópatas y de la ejecución de ejercicios de relajación como los que presentamos a continuación. 

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