Qué es el desbordamiento emocional y cómo superarlo

No podemos controlar nuestras emociones, pero sí aprender a gestionarlas

Laura Sánchez, Filóloga
En este artículo
  1. Qué es el desbordamiento emocional
  2. Por qué se desbordan las emociones
  3. Cómo superar el desbordamiento emocional

Es inevitable a veces sentirse superada por las circunstancias y, especialmente por las emociones. La inteligencia emocional es una herramienta muy útil para aprender a gestionar esas emociones negativas y que no nos superen, pero ¿cómo hacerlo? Descubre qué es el desbordamiento emocional y cómo superarlo con inteligencia emocional.

Qué es el desbordamiento emocional

¿Qué ocurre cuando se desborda un río? No se puede frenar ese desbordamiento, no puedes frenar el agua ni la inundación que conlleva, ¿verdad? Seguro que te has sentido así más de una vez con respecto a tus emociones. Una situación que no consigues frenar porque estás totalmente desbordada.

Lo primero que debes tener claro es que no puedes controlar tus emociones, lo único que puedes hacer con ellas es gestionarlas. Una vez que la ansiedad se ha apoderado de ti, por ejemplo, las emociones parecen ir por libre y en algunos momentos te encuentras secuestrada por esas emociones sin poder hacer nada por evitarlo.

Ira, tristeza, angustia, desolación, rabia...generalmente el desbordamiento de emociones positivas no nos importa demasiado. Lo que nos importa es cuando nos sentimos secuestradas por emociones negativas y son ellas las que dirigen nuestras reacciones, nuestra conducta.

Por qué se desbordan las emociones

El desbordamiento emocional te provoca impotencia e incomprensión porque no sabes cómo hacer para frenar esa situación. Tal vez si sabes por qué se produce ese desbordamiento te ayude a encontrar las herramientas para superarlo.

Cuando se produce un desbordamiento emocional, actúas de forma automática respondiendo a los estímulos que genera el cerebro emocional. El cerebro racional se queda en pausa, no lo utilizas en esos momentos y por eso las reacciones pueden ser ilógicas y desproporcionadas. Pero, ¿tenemos dos cerebros? No, solo tenemos un cerebro. Pero dentro de él hay una parte más emocional, que es el sistema límbico y otra parte más racional, que es el neocórtex. En estos casos el sistema límbico prevalece sobre el neocórtex.

No vamos a demonizar a ese sistema límbico porque en realidad tiene una función de supervivencia. Ante determinados estímulos que considera peligrosos, el sistema límbico da la señal de alarma y solo hay dos reacciones posibles: luchar o huir. De ahí que algunas personas reaccionen al desbordamiento emocional con ira y agresividad y otras con llantos y bloqueo.

Cómo superar el desbordamiento emocional

Lógicamente esta respuesta adaptativa que en tiempos prehistóricos tenía su utilidad, hoy se nos antoja un tanto desmedida. Cabe señalar también que la consideración de un estímulo peligroso hoy en día se ve distorsionada por problemas como la ansiedad. Un ejemplo de ello son las fobias. Pero vayamos a buscar soluciones. ¿Se puede superar un desbordamiento emocional?

¿Cuántas veces te has quedado paralizada por la angustia?, ¿cuántas veces has reaccionado de forma desmedida en una situación familiar y luego te has arrepentido?, ¿cuántas veces te has bloqueado, te has sentido impotente y confundida porque tu malestar emocional no tenía motivos aparentes? Las emociones no se pueden controlar, pero hay algunas cosas que puedes hacer con ellas para reducir los daños o que esa inundación no cause tantos destrozos.

+ Antes del desbordamiento emocional, se produce un pensamiento. Ese pensamiento del que apenas te das cuenta es el que provoca la emoción o el cúmulo de emociones. Y ese pensamiento, malas noticias, tampoco se puede controlar.

+ Así que antes de tratar de intervenir en tu desbordamiento emocional, tienes que intervenir en tu pensamiento. Toca mirar hacia dentro de tu mente. ¿Qué terrible historia te está contando tu mente para haberte dejado en ese estado de descontrol emocional?

+ Cuando conozcas el pensamiento que ha provocado esa emoción, no te lo creas. Acéptalo, no lo evites, no te digas: "no puedo pensar así", porque ya es tarde, ya lo has pensado. Pero no tienes que creerte todo lo que piensas porque a tu mente le encanta contarte historias, especialmente si son dramáticas.

+ Si no te tomas en serio tu pensamiento diciéndote: "mi mente me está contando esta historia pero no la voy a hacer caso", la emoción surgirá igualmente pero con menos intensidad.

+ Toca hacer lo mismo con la emoción que estás sintiendo. Estás asustada, estás enfadada, estás angustiada o estás rabiosa. Bien, acéptalo y recuerda que ninguna emoción permanece para siempre en ti si no quieres.

+ Respira hondo y mientras respiras imagina que envuelves en tu respiración esa emoción que te va a provocar una reacción desmedida. Esto no es un ejercicio místico, es un ejercicio de respiración que además te ayuda a relajarte.

+ Al envolver la emoción con tu respiración, notarás más ligereza en el pecho y te darás cuenta de que la emoción esta vez no te va a desbordar.

+ Puede que no lo consigas la primera vez, pero sigue intentándolo con este ejercicio que no va a evitar que sientas lo que sientes, pero sí va a evitar que tus reacciones dependan de tus emociones.

Y tú, ¿qué haces cuando tienes desbordamiento emocional?

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