Las reglas para no engordar en invierno

Cuando hace frío es normal que comas más: nuestro cuerpo necesita más calorías para resistir las bajas temperaturas. A pesar de ello, esto no significa que debas caer en la tentación y enviar la alimentación sana al letargo hasta la primavera. Al contrario, el invierno es, precisamente, la estación perfecta para no engordar o, mejor aún, para comenzar una dieta, o no dejarla si la estás siguiendo. Si empiezas ahora, habrá más posibilidades de que consigas tu objetivo, porque tu cuerpo se habrá habituado gradualmente al cambio.

Es más, con tanto tiempo disponible para la dieta, puedes adelgazar de manera saludable sin riesgos y sin tener que hacer esfuerzos de última hora para entrar en el bañador en junio. Comer sano, además de ayudarnos a perder eso, fortalece las defensas inmunitarias y ayuda a mantenernos alejados de las enfermedades típicas de esta estación como la gripe o los costipados. 

¿Qué hacer para no engordar durante el invierno?

Dejando las fiestas a un lado, este es el momento perfecto para comenzar. ¿Tú qué dices? Marta Abardia, nutricionista de Manzanaroja, tu dieta personalizada y responsable del centro Nutricionistas Barcelona, te da las claves para no solo no engordar en invierno sino para adelgazar de manera equlibrada en esta época del año. 

 

+ ¿El frío te hace perezoso y sueñas despierto con comer y beber vino delante de una chimenea? ¡Bebe infusiones y prepara sopas sanas y ligeras con verdura de temporada!  

+ ¿Has dado de baja el abono de la piscina y no te va ir a correr? ¿Tu posición preferida es estar cómodamente sentado en el sofá? ¡No tienes excusa! Hazte un regalo de Navidad anticipado y cómprate una bicicleta estática para entrenar en casa.

+ ¿Los días son más cortos, la lluvia te deprime y tu único consuelo es la comida? Sal de este círculo vicioso y diviértete con los amigos.

+ Las bajas temperaturas del invierno obligan a nuestro organismo a un mayor gasto energético para garantizar la temperatura corporal. Los alimentos más calóricos son los grasos y quizás por ello nuestro organismo tiende a buscarlos. Para evitarlos, prepara sopas de verduras, legumbres y cereales. Son platos completos y sanos que satisfacen, pero sin disparar las calorías. 

+ Durante el invierno, con las fiestas, se tiende a hacer menos sacrificios y a dejarse llevar en la mesa.  Si empiezas a cuidarte hoy, harás menos sacrificios mañana.

+ En invierno las personas tienden a reunirse en bares para tomar un té o un chocolate caliente (casi siempre, acompañado por un dulce). Además, como los días son más cortos, tiende a acentuarse el carácter de la personalidad depresiva, y, por tanto, la búsqueda de acciones gratificantes, como el consumo de comida. Propón a tus amigos paseos en el parque o en el bosque y si vais a tomar algo que sea té, infusión o cerveza sin alcohol. No a las bebidas azucaradas y limita el alcohol.

+ El invierno es la época adecuada no solo para compensar y limitar la tendencia natural a consumir un mayor aporte calórico sino también para empezar a ponerte en forma de cara al verano. Empieza ya un plan personalizado de nutrición y actividad física, adecuado a tus necesidades, a tus gustos y a tu ritmo.

+ A diferencia de lo que sucede en verano, en invierno no sentimos la tentación de comer alimentos frescos y refrescantes como la fruta (también porque en invierno hay menos variedad), por lo cual nuestra mente se inclina más por tomar comidas calientes y más calóricas. Incluye la fruta en tentempié de media mañana y media tarde o acompaña tus platos con un tomate grande de ensalada abierto y aliñado. Prureba también a ponerte un recordatorio en tu móvil para beber más, realiza pausas cada media hora para levantarte a beber agua, hazte infusiones de cualquier tipo sin añadir azúcar o bebe caldos vegetales.

+ Para afrontar bien el invierno, nuestro cuerpo necesita vitaminas. Entre las más necesarias está la vitamina D (que encontramos en la leche, los huevos, el queso, el pescado), porque el poco sol de esta estación no es suficiente para activar la vitamina D de nuestra piel. También la vitamina C es muy importante por su papel nutritivo, así como para las membranas mucosas, para el colágeno y para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario (puesto a prueba por el ataque de los virus de la gripe).  Es importante que recuerdes que es necesario tomar una dosis básica de todas las vitaminas y que, para ello, debemos comer abundante fruta y verdura variada.

Pero, sobre todo, para no engordar en invierno es importante practicar ejercicio físico habitualmente y limitar el consumo de azúcares y grasas.

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